[El Mercurio] “La perspectiva del gobierno de Alberto Fernández es profundizar todo lo que sea el relacionamiento con Chile”

El exministro de Néstor Kirchner y Cristina Fernández dice que “el saldo de la relación entre ambos países durante el gobierno peronista 2003-2015 fue positivo”, y destaca que Chile “es la salida natural para el Pacífico”.

Jorge Taiana fue el segundo canciller del kirchnerismo, y tal vez el próximo: el ministro de Relaciones Exteriores entre 2005 y 2010 es uno de los referentes en política internacional de Alberto Fernández, el candidato a la presidencia argentina del opositor Frente de Todos y que superó por 15 puntos al Presidente Mauricio Macri en las primarias del 11 de agosto, con lo que dejó prácticamente cerradas las elecciones del 27 de octubre.

“Confiábamos en el triunfo, sabíamos que estábamos unos 10 puntos adelante según las mejores encuestas. Pero lo de 15 fue un poco más de lo esperado”, dice Taiana a “El Mercurio”, por teléfono desde Buenos Aires, en el inicio de una entrevista en la que habla sobre las relaciones con Chile en un eventual gobierno de Alberto y Cristina Fernández, de las diferencias que hubo entre ambos países durante los gobiernos kirchneristas (2003-2015), de sus contactos con parlamentarios chilenos para trabajar en forma conjunta el tema de la Antártica, entre otros temas.

“El gobierno dice que la caída de los mercados el lunes (después de las primarias) es culpa del voto de la gente. La caída de las bolsas es culpa de un gobierno que ocultó al mundo y al sector financiero la verdadera situación del país”, señala Taiana sobre el efecto del triunfo de Alberto Fernández en las primarias.

Algunos analistas estiman que Fernández ha mostrado un perfil más moderado para calmar los mercados. “Respecto de la moderación, él se ha cansado de explicarlo. En el Frente hicimos un proceso de convergencia y unidad para las elecciones, pero mucho más allá de las elecciones”, dice el excanciller, y comenta el panorama que se viene: “El próximo gobierno va a recibir un país postrado, con muy malos indicadores económicos, con un endeudamiento enorme, con un programa que el propio gobierno no ha cumplido con el FMI. Por lo tanto, la necesidad de un gobierno amplio con el apoyo de los más diversos sectores y que se centre en la producción y en el trabajo, es fundamental para sacar el país adelante. Esa visión es compartida por todos y el Presidente, que va a ejercer en plenitud, es sin duda Alberto Fernández”.

—¿Por qué deberían llegar ahora los inversores externos, si no lo hicieron con Macri?

“Porque en realidad lo que el gobierno de Macri hizo fue crear una enorme burbuja especulativa. Para invertir tiene que haber una estabilidad y una previsión de futuro que el gobierno no daba. Y es lo que pasó”.

—Analistas consideran que Fernández actuaría como “contención” de una Cristina vicepresidenta. ¿Cómo lo ve usted?

“Creo que no. Quien eligió a Alberto Fernández fue Cristina. Ella evaluó que, en la situación actual, lo mejor que podíamos hacer era postular la candidatura de AF por las posibilidades que tenía y tiene de sumar sectores. Se ha entendido que es necesario un frente muy amplio donde logramos nuclear a buena parte de esos sectores que se habían alejado de la gestión del kirchnerismo en años anteriores”.

—¿Cómo será la eventual política exterior? Jair Bolsonaro anticipó el tono de la relación con Brasil.

“El Presidente de Brasil ha tenido una serie de comentarios sobre la Argentina y sus candidatos. La relación entre los dos países es de estratégica importancia. Está por encima de las diferencias que puedan tener presidentes circunstanciales. Con Brasil nos unen muchísimas cosas y la relación se va a mantener más allá de las vicisitudes que le quieran poner figuras que encabezan los Ejecutivos. Confiamos en que será una relación constructiva”.

—¿Y la relación con Venezuela? Fernández dijo que se sumarían a México y Uruguay.

“En general, en la Argentina y en la oposición hay una visión que viene del derecho internacional latinoamericano, donde se defiende la soberanía de los Estados, el principio de la no injerencia y el principio de la solución pacífica de las controversias. Desde esa perspectiva, ante un país que tiene una severísima crisis institucional, política, económica y social, debe primar la búsqueda y la colaboración para que entre los venezolanos se encuentre una solución democrática, respetuosa de los DD.HH.

Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los DD.HH., estuvo en Venezuela y produjo informe muy severo. Nosotros somos muy respetuosos de los informes sobre DD.HH. Sin duda, nuestro gobierno —si ganamos las elecciones— va a tener una posición de buscar una solución a través del diálogo. En ese sentido, vamos a estar muy cerca de la posición de México y de Uruguay, la posición del diálogo que ha inspirado Noruega”.

—¿No van a decir que hay una dictadura?

“Lo que queremos es una solución pacífica a una crisis institucional enorme. Hay un gobierno que, obviamente, atraviesa una crisis y no se están respetando varias de las normas que tienen que ver con el funcionamiento libre, con las libertades individuales y el ejercicio pleno del derecho”.

—¿Cómo prevé la relación con Chile? Durante el kirchnerismo hubo tensiones por los cortes de envíos de gas desde Argentina, entre otros asuntos.

“Creo que el saldo de la relación entre Argentina y Chile durante el gobierno peronista 2003-2015 fue positivo. Estuvo la desavenencia sobre el gas, porque en ese momento Argentina estaba exportando gas que no tenía para el funcionamiento interno. En la medida en que empezó a crecer la producción económica, la falta de inversión que hubo en el pasado nos dejó sin gas, y no podíamos seguir manteniendo esa situación.

Obviamente, eso fue costoso para Chile y tuvo que cambiar parte de su aprovisionamiento. Pero lo cierto es que la relación ha cambiado. Primero, quiero recordar que esa relación culminó con los acuerdos del Maipo, por los 25 años del tratado del Beagle y de la solución de Samoré. Los acuerdos del Maipo fueron firmados por Bachelet y Cristina Fernández, son una propuesta de solidaridad y de cooperación. Me parece tienen una proyección extraordinaria”.

—¿Y en un eventual gobierno de Alberto Fernández…?

“La perspectiva del gobierno de Alberto Fernández es profundizar todo lo que sea el relacionamiento con Chile, como con todos los países vecinos. Nosotros somos partidarios de la integración regional. Con Chile tenemos, además, desde el punto de vista comercial, algunos acuerdos de complementación económica con muchos años de vigencia y que incluso se ampliaron en el gobierno de Macri.

Tenemos una situación muy amplia para desarrollar. Tenemos importantes inversiones en Chile, que son interesantes. Es la salida natural para el Pacífico. Estamos trabajando mucho en las comunicaciones transfronterizas, en los distintos pasos. Estoy seguro de que las relaciones van a enriquecerse aún más porque Argentina va a salir de estos cuatro años de caída económica”.

—¿Destaca algún tema en específico?

“Quiero recordar la importancia que he hablado con representantes legislativos chilenos sobre el trabajo conjunto en la Antártida. Argentina y Chile somos vecinos en la Antártida; de hecho, las reivindicaciones de soberanía de parte de los sectores antárticos de Chile y Argentina se superponen parcialmente. Pero la posibilidad de colaborar en desarrollo científico, en investigación, en el accionar allá, creo que es muy grande si tenemos en perspectiva las próximas dos o tres décadas, y la importancia que va a tener crecientemente la Antártida para todo el mundo”.

—¿Integraría un gobierno de Alberto y Cristina Fernández, o va a ocupar el cupo senatorial de la expresidenta que le corresponde a usted si es que ella es elegida vicepresidenta?

“Naturalmente, si ganamos las elecciones tengo que ocupar el cargo de senador que deja Cristina. Pero de todas maneras estaré colaborando desde el lugar que me toque. Quiero recordar que Chile es un Estado asociado al Mercosur y un país con el que nos unen muchísimas cosas. Así que no dudo que a partir del 10 de diciembre se podrá comenzar un período de mayor actividad a costa de ese resultado positivo en las relaciones”.

Fuente: El Mercurio

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