Frente a los errores de los gobiernos autoritarios y de derecha: el Grupo de Puebla propone un Manifiesto Progresista con un sistema solidario de desarrollo como prioridad

COMUNICADO Grupo de Puebla
Luego del V encuentro del Grupo de Puebla “Latinoamérica Cambió”, en el cual la organización iberoamericana y del Caribe que reúne a 51 representantes de 15 países, debatió sobre el Manifiesto Progresista realizado por fundadores y fundadoras del Grupo de Puebla y su Grupo Académico, la organización publicó en su página web la versión final del documento que consta de 33 puntos agrupados en la propuesta central del grupo: un modelo solidario de desarrollo.

El encuentro en el cual se debatió cada punto del manifiesto, contó con la participación de dos Presidentes en ejercicio –Alberto Fernández (Argentina) y Luis Arce (Bolivia)-; y los cancilleres invitados, Marcelo Ebrard de España, y Arancha González Laya de México.

Además, estuvieron presentes ocho exmandatarios: el exjefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa; su par por España José Luis Rodríguez Zapatero; los expresidentes de Colombia y Panamá Ernesto Samper y Martín Torrijos; el exmandatario de República Dominicana Leonel Fernández; el expresidente de Paraguay Fernando Lugo y los expresidentes de Brasil Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula Da Silva, entre lo más de 70 líderes que participaron.

El documento reúne las principales temáticas y posturas para enfrentar el complejo estado político, económico y social de los países del mundo. Es un escrito en permanente desarrollo que se elaboró durante seis meses por el Grupo Académico, que fue el encargado de liderar y coordinar el proceso de creación, para que posteriormente, se someta el debate público, tanto en organismo internacionales y sociales, como a través de redes sociales.

En términos económicos se plantea recuperar el rol activo y protagónico del del Estado, promover la justicia fiscal implementando impuestos directos y progresivos dirigidos a grandes empresas y actores del sistema financiero, la creación de valor de las cadenas sociales de producción con eslabones productivos incluyentes, una nueva arquitectura financiera regional conformada por una red de bancos regionales enfocados en el financiamiento sectorial, y refinanciar la deuda externa apoyando un mecanismo financiero internacional para la superación de la crisis.

En cuanto a las urgencias sociales de la crisis pandémica, el Manifiesto Progresista propone, en primera medida para enfrentar la crisis social, establecer una Renta Básica Solidaria por el periodo que duren los efectos de la pandemia, asumir la salud como bien público global construyendo sistemas universales de salud pública separando la investigación y la producción de medicamentos de los criterios asociados al mercado; además de combatir el racismo estructural y todas las formas de discriminación como la lesbofobia, la homofobia, la transfobia y todas aquellas relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género.

Por otro lado, en el ámbito jurídico, el Grupo de Puebla, en conjunto con el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD), reafirmaron su compromiso contra las guerras jurídicas o Lawfare y contra la guerra híbrida que atenta el curso de las democracias de la región, recortando derechos políticos de plataformas o partidos progresistas. Esto, en contraposición a la avanzada neoliberal, liderada por Estados Unidos, para extender o mantener su dominio sobre las regiones al sur de su territorio.

También, entre muchas temáticas relevantes, el apoyo al multilateralismo y a la multipolaridad mediante una reforma del sistema de Naciones Unidas para fortalecerlo; una convergencia de mecanismos de integración subregional; y dar un especial énfasis en defender a Cuba, Nicaragua y Venezuela de las agresiones e injerencias de potencias o terceros Estados, promoviendo una solución pacífica de los conflictos mediante soluciones democráticas y negociadas.

Finalmente, en el Manifiesto Progresista, el grupo resalta que “nos urge trabajar en un proyecto político que conmueva y convenza a las y los supervivientes del viejo modelo de que aún existen en América Latina y el Caribe utopías alternativas posibles. La utopía posible que hoy nos reúne es la construcción del nuevo ser progresista latinoamericano: más solidario en lo social, más productivo en lo económico, más participativo en lo político, más pacifico con la naturaleza, y, sobre todo, más orgulloso de su condición de ciudadana y ciudadano de América Latina y del Caribe”, sentencian.

PUEBLA- MANIFIESTO
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