
Expresamos nuestra preocupación por la represión a causa de las protestas por el aumento súbito del precio del diésel sin anuncio previo, diálogo ni gradualidad, lo que afecta directamente a la economía familiar y productiva de los ecuatorianos.
Rechazamos cualquier medida que busque encubrir la represión y militarización bajo el nombre de instituciones humanitarias. Tomamos nota de la declaración de la Cruz Roja del uso inapropiado de su nombre por parte de la fuerza pública ecuatoriana.
Nos solidarizamos con los pueblos indígenas, periodistas, autoridades locales y comunidades afectadas por la violencia y la represión estatal. Convocamos a las autoridades a entablar un diálogo constructivo y encontrar soluciones pacíficas y justas.