Grupo de Puebla envía al G-20 propuesta de moratoria consensuada de la deuda para evitar una recesión global prolongada

La agrupación de líderes progresistas de 13 países de Iberoamérica apunta a la moratoria temporal consensuada de la deuda externa como medida efectiva para enfrentar la crisis generada por la pandemia.

Mayo 21 de 2020. El Grupo de Puebla, movimiento de líderes progresistas de 13 países de América Latina y el Caribe, además del expresidente del Gobierno de España, envió hoy una propuesta al G-20 para que ese grupo de países lidere ante sus gobiernos, el FMI y el Banco Mundial una moratoria temporal y consensuada del servicio de la deuda externa de los países emergentes de renta media y alta. La propuesta busca allegar recursos inmediatos para afrontar la crisis y, a la vez, evitar una recesión global prolongada, o incluso una depresión de impredecibles proporciones, como consecuencia de la crisis mundial generada por la pandemia del COVID-19.

 La moratoria

El texto de la propuesta -elaborado por el expresidente Ernesto Samper en conjunto con la exministra de Trabajo de Colombia, Clara López, ambos miembros fundadores del grupo internacional- propone que el Fondo Monetario Internacional, FMI, respaldado por el Tesoro norteamericano y la Unión Europea, en coordinación con la banca privada y multilateral, estructure una moratoria temporal de al menos un año del servicio de la deuda pública (y privada), tanto de capital como de intereses de los países de ingreso medio y emergentes.

Los beneficiarios serían los países como Colombia, México, Chile, Argentina y la India, y también de países desarrollado como España, Italia y Grecia,” que la solicitaran para reorientar de inmediato esos recursos a contrarrestar la pandemia del COVID-19 y las consecuencias económicas y sociales de los confinamientos que han generado un inédito choque simultáneo de la demanda y la oferta, en cada país y a nivel global.

Condonación para los más pobres

La propuesta agrega que “para los países de mayor vulnerabilidad, lo que se requiere y parece existir el consenso para hacerlo, es la condonación de la deuda externa como lo ha solicitado el Papa Francisco”.

El análisis recalca que dicha propuesta “solo tiene posibilidad de éxito si se obtiene el respaldo del G-20 y de los organismos multilaterales”, aludiendo a la sesión del 14 de abril de la agrupación de  países industrializados y emergentes, que acordó suspender hasta finales de 2020, los reembolsos de los préstamos oficiales bilaterales de los 76 países más pobres del mundo que reciben apoyo a través de la ventana concesional de la Asociación de Desarrollo Internacional (IDA por sigla en inglés) del Banco Mundial, más Angola.

“Aun cuando (dicho alivio) constituye un buen comienzo, es totalmente insuficiente”, afirma el Grupo de Puebla en el documento, enfatizando que lo anterior “solo cubre una mínima parte de las necesidades, pues el servicio de la deuda de los países más pobres asciende solamente a US$14.000 millones cuando el servicio total de los países de América Latina y el Caribe llega a los US$ 262.000 millones y la de la totalidad de los países en desarrollo a US$814.000 millones”.

Beneficios de la propuesta

El movimiento de líderes progresistas explica que dicha moratoria  “generaría una serie de beneficios en cascada”, a saber:

  • Evitaría una crisis generalizada y desordenada de la deuda soberana que de no conjurarse, podría desembocar en una década perdida no solo para América Latina, sino para el mundo entero.
  • Al contar con el visto bueno del FMI, el Banco Mundial y el G20, no acarrearía estigma a futuro en los mercados de capitales para el país que la solicite.
  • Los recursos del servicio de la deuda externa (en promedio del 20% del presupuesto público o entre 4% y 5% del PIB) se destinarían a atender las exigencias de la salud pública y a conjurar los graves efectos sociales y económicos de la pandemia, en especial de la población que vive al día en la informalidad que representa, según la CEPAL el 47% de la fuerza laboral.
  • Parte de esos recursos también quedarían disponibles para destinar a impedir que se quiebren las pequeñas y medianas empresas que, en América Latina, constituyen cerca del 80 % del empleo.

El documento concluye ejemplificando con el caso de Argentina que ya está en negociaciones formales con sus acreedores internacionales privados.

Actualmente el Grupo de Puebla está compuesto por 40 líderes y lideresas de 13 países, que incluye a Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Uruguay, España, Argentina, Bolivia, Perú, República Dominicana, Panamá, Honduras y Paraguay.  Entre los miembros destacan, además, 9 expresidentes, 2 gobiernos, y 5 excandidatos presidenciales, además de congresistas y excancilleres de la región.

 

 

 

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